domingo, 1 de marzo de 2009

Hablemos de Bruce Lee

Kárate a Muerte en Bangkok es la película con la que el gran Bruce Lee hizo su entrada triunfal en el mundo del cine. El actor ya era más o menos conocido en Hong Kong gracias a sus trabajos en series norteamericanas como Green Hornet y la Golden Harvest decidió contratarlo para realizar una película de artes marciales que iba a dirigir un mercenario llamado Lo Wei.
El argumento era el siguiente: Bruce Lee es Cheng, un tío chino y poco hablador que decide irse a trabajar a una fábrica de hielo con sus familiares en un caluroso y soleado Bangkok. Se trata de una fábrica de hielo que no es más que una tapadera de un cabroncete que trafica con heroína y que tiene los cojones de matar a uno de los familiares del mencionado Cheng. Evidentemente, Cheng se enfada, se venga y ya está. Fin de la historia.
Como se puede comprobar, el argumento es absolutamente lo de menos. Solo sirve como una excusa para que el actor se dedique a dar puñetazos y gritos a diestro y siniestro. El problema es que en Karate a Muerte en Bangkok, las ostias y la acción se hacen esperar demasiado ya que el bueno de Bruce hace un pacto con su tío en el que le promete no utilizar la violencia en ningún momento. Un pacto que deberá romper en cuanto se encuentra a sus primos muertos y congelados en la fábrica en la que trabaja. Además, ni no hubiese roto dicho pacto, ¿que puto sentido tendría la jodida película? Para que cojones vamos a ver una peli de Bruce Lee si no va a repartir leña.
Bueno, la cosa que es que llega un momento que Bruce se enfada e inicia el festival de puñetazos, patadas, gritos y lametones en las heridas que dejaron atónito a todo cristo. Y es ahí cuando decides que no vas a apagar la tele o poner stop en el dvd.
Esto no quiere no quiere decir que la película fuese buena, sino que todo lo contrario. Es mala con ganas. Su director y guionista, Lo Wei demuestra que no sabe ni escribir guiones ni dirigir. Incluso creo que no sabía ni hacer sudokus, Todas las escenas de la peli en las que no sale Bruce Lee son aburridas y no tienen ningún interés. Y es que el actor tenía (y sigue teniendo) tantísimo carisma en pantalla que se convertía en la única razón para seguir viendo la película. En Karate a Muerte en Bangkok no interesan las historias paralelas ni lo que les pasa a los primos del protagonista ni nada de nada. Lo que se quiere ver es a Bruce Lee repartiendo ostias con puño cerrado y patadas a quince malos a la vez, uno detrás del otro. Esa es la esencia del cine de Bruce Lee.

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