miércoles, 13 de mayo de 2009

Ser Perico en Barcelona

Lo de ser perico es jodido. La primera pregunta que me hago para intentar comprender mi condición de subespecie futbolística es la siguiente: ¿cuando decidí ser perico?

La mayoría de los aficionados del R.C.D. Espanyol son fruto de la tradición y la familia. Mi caso es bien distinto. Siempre he defendido a los segundones. Siempre preferí aRobin antes que a Batman, a Krilin antes que a Goku, a Denis Rodman antes que a Micheal Jordan o a Micheal Chang antes que a Pete Sampras. Los segundones me caen bien. Nadie les hace ni puto caso pero a mi me chiflan. Y si os digo la verdad, no tengo ni puta idea de porqué me pasa esto. Mi familia suda del Espanyol, del Barça y de todo lo que tiene que ver con el fútbol. Pero cuando eres pequeño y te dan a elegir entre los dos equipos de tu ciudad, en mi caso Barça y Espanyol, yo me decanté por el segundo, es decir, el segundón. 

¿Que significa ser del Espanyol? En primer lugar, un enorme sufridor. Un sufridor de cojones. Siempre a medio camino entre la UEFA y el descenso (en el Espanyol nunca hay términos medios), el aficionado del Espanyol nunca sabe lo que se va encontrar en la próxima temporada. O puede ser un año en donde se gana una Copa del Rey, se llega a la final de la UEFA y encima acabas sexto en la liga...o puede ser un año en donde te pases media puta liga en la puta última posición para acabar salvándote en las dos (putas) últimas jornadas. El Espanyol no entiende de términos medios. O mal o bien. O UEFA o permanencia. Un equipo que se basa un extraño código binario que nos puede llevar del éxtasis más absoluto a la decepción más grande. Y eso me gusta.

Ser perico en Barcelona es jodido. Yo no soy de ir al campo más que nada porque no tengo mucho dinero. Pero lo que sí que me puedo permitir es ir a un bar a ver el fútbol en caso de que no lo televisen en abierto. El problema radica en el hecho de encontrar un maldito bar que se digne a comprar un partido del Espanyol en el "pei per viu". Puedes patearte la ciudad de Sants a Meridiana que te juro que vas a sudar sangre para encontrar un puñetero Bar que emita un partido de tu equipo. El único partido del Espanyol que se puede ver en un bar es el que juega con el Barça de los cojones. Y encima en el bar no hay más que enemigos que se burlan de nuestra honrosa condición de pericos y de su obsesión por "cocinarnos" en una cazuela. 

Ser perico es jodido, pero mola. Porque sufrir mola. Y cuando sufres tanto, las alegrías son mejores que ganar la champions una vez cada tres años.

Ale!

1 comentario:

Balas Perdidas dijo...

Dios mío...!!! El gran hombre hablando de la vida...de las pequeñas cosas...Bares, Chinos, el Espanyol, el Facebook, Bruce Lee...

El mundo de Internet te Saluda Chaia!

Wilkomen!!!